Pinocho de Guillermo del Toro termina con un poderoso mensaje sobre el amor, el sacrificio y la aceptación. La narrativa única y los temas de la película la distinguen de otras adaptaciones.
Estrenada en Netflix en diciembre de 2022, esta película animada en stop-motion explora temas profundos como la mortalidad, la desobediencia y las relaciones padre-hijo. Ambientada en la Italia de los años 30 durante el ascenso del fascismo, ofrece una nueva perspectiva del cuento clásico.
Resumen de la Película
La historia comienza con Geppetto, un carpintero, que pierde a su hijo Carlo durante un bombardeo en la Primera Guerra Mundial. Afligido, Geppetto talla un muñeco de madera, Pinocho, del árbol que creció sobre la tumba de Carlo. Este acto de creación está lleno de tristeza y anhelo, estableciendo el tono para la exploración de la pérdida y el deseo de conexión en la película (fuente).
Pinocho cobra vida gracias al Hada de la Madera, que le da un espíritu tanto travieso como inocente. A diferencia de adaptaciones anteriores, el Pinocho de del Toro no busca conformarse a las expectativas sociales. En cambio, su desobediencia se convierte en un tema central, posicionándolo como un héroe que desafía las normas opresivas de los adultos a su alrededor, muchos de los cuales son retratados como fascistas (fuente).
El Clímax y el Final
El clímax ocurre cuando Pinocho enfrenta una situación de vida o muerte mientras intenta salvar a Geppetto de un pez gigante. En un giro dramático, Pinocho se sacrifica para salvar a su padre, resultando en su muerte por la explosión de una mina terrestre. Este momento subraya la exploración de la película sobre el amor, el sacrificio y la esencia de la humanidad (fuente).
Pero el viaje de Pinocho no termina con su muerte. Se encuentra con la Muerte, quien le ofrece una elección: renunciar a su inmortalidad para volver a la vida y salvar a Geppetto. Esta decisión marca una desviación significativa de las narrativas tradicionales, donde los personajes a menudo buscan convertirse en «reales» a través de la conformidad. El Pinocho de del Toro afirma que uno no necesita cambiar fundamentalmente para ser amado; más bien, es la aceptación de uno mismo lo que importa (fuente).
Al regresar al mundo de los vivos, las acciones de Pinocho conducen a una reconciliación con Geppetto. En un momento conmovedor, Geppetto finalmente expresa su amor por Pinocho tal como es, en lugar de verlo como un reemplazo de Carlo. Esta aceptación significa la transformación de Geppetto a lo largo de la película, pasando del duelo y el anhelo de perfección al amor incondicional (fuente).
Temas y Simbolismo
El Pinocho de del Toro está lleno de temas que resuenan profundamente con las audiencias contemporáneas. Los matices antifascistas de la película son particularmente impactantes, ya que critica las estructuras autoritarias que buscan suprimir la individualidad y la creatividad. El viaje de Pinocho es emblemático de la lucha contra las normas sociales opresivas, haciendo de la desobediencia una virtud en lugar de un vicio (fuente).
Además, la película examina la naturaleza de la mortalidad y la experiencia humana. Las repetidas muertes y resurrecciones de Pinocho sirven como una meditación sobre la vida, el amor y la inevitabilidad de la muerte. Las escenas finales, donde Pinocho presencia el fallecimiento de quienes lo rodean mientras él permanece, destacan la naturaleza agridulce de la existencia. Esta exploración filosófica se encapsula en la línea de cierre de la película, pronunciada por Sebastián J. Grillo: «Lo que pasa, pasa, y luego nos vamos» (fuente).
Conclusión
Pinocho de Guillermo del Toro es una reimaginación magistral de un cuento clásico, ofreciendo una narrativa que es tanto visualmente impresionante como temáticamente profunda. El final de la película, que enfatiza el amor, la aceptación y la importancia de ser fiel a uno mismo, la distingue de adaptaciones anteriores. Al entrelazar la pérdida personal con críticas sociales más amplias, del Toro crea una historia que resuena con audiencias de todas las edades, fomentando la reflexión sobre la naturaleza de la humanidad y el valor de la individualidad.
En un mundo donde la conformidad a menudo se celebra, Pinocho sirve como un recordatorio de que el verdadero valor reside en la autenticidad y el coraje para desafiar las expectativas. Esta adaptación no solo honra el cuento original, sino que también lo eleva, haciéndolo relevante para los espectadores modernos y asegurando su lugar en el panteón de los clásicos animados.