El final de Tár está abierto a interpretaciones, con temas de caída, alucinación y redención. El viaje de Lydia Tár es intrincado y estimulante.
La película de Todd Field, Tár, protagonizada por Cate Blanchett, ha cautivado a las audiencias con su historia compleja y su final ambiguo. La película investiga la vida de Lydia Tár, una renombrada directora de orquesta, y explora temas de poder, abuso y redención.
La Caída de Lydia
La vida de Lydia Tár se desmorona debido a los escándalos. Pierde su trabajo como directora de la Filarmónica de Berlín tras acusaciones de mala conducta. Esto se muestra sutilmente cuando Lydia ve un cartel de su reemplazo, Elliot Kaplan, y lo arranca con frustración. Su vida personal también se desmorona cuando su esposa, Sharon, la deja y le impide ver a su hija, Petra.
El clímax de la película es intenso. Lydia, vestida con un traje, ataca a Elliot Kaplan en el escenario durante una presentación de la orquesta de Berlín. Este acto desesperado resalta su incapacidad para aceptar su caída en desgracia y la pérdida de control. La escena es tanto impactante como trágica, mostrando la lucha de Lydia por aferrarse a su vida anterior.
La escena final es la más debatida. Lydia dirige la partitura de Monster Hunter, un videojuego de fantasía, para cosplayers en el sudeste asiático. Este contraste marcado con su posición prestigiosa anterior subraya su caída dramática. Algunos ven esto como un castigo, mientras que otros lo ven como un posible camino hacia la redención.
Interpretaciones del Final
Una teoría sugiere que el acto final es una alucinación. El cambio en la cinematografía y la edición de la película se vuelve surrealista y desarticulado. El trabajo de cámara flotante y los errores de continuidad insinúan que lo que vemos puede no ser real. Esta interpretación postula que la mente de Lydia se está desmoronando bajo el peso de su culpa y las consecuencias de sus acciones.
Elementos de Horror Gótico
Otra interpretación se centra en los elementos de horror gótico de la película. La presencia de aspectos sobrenaturales, como la mujer pelirroja (Krista) apareciendo en el dormitorio de Lydia, añade un tono inquietante. Esta perspectiva sugiere que la película explora los miedos más profundos y el tormento psicológico de Lydia, difuminando las líneas entre la realidad y la pesadilla.
¿Redención o Castigo?
El escenario de la escena final en una sala de conciertos de bajo presupuesto dirigiendo la partitura de un videojuego puede verse de dos maneras. Algunos críticos argumentan que dirigir un concierto de Monster Hunter es un final humillante para una directora que una vez fue grandiosa, simbolizando su completa caída en desgracia. Otros lo ven como una oportunidad para que Lydia se reconecte con su amor por la música, libre de las presiones y la corrupción de su vida anterior.
Implicaciones Temáticas
Tár explora las dinámicas de poder y el abuso de autoridad. La caída de Lydia resulta de su mal uso del poder y el daño que infligió a otros. La película muestra las consecuencias de tales acciones, haciendo una declaración poderosa sobre la responsabilidad y la justicia.
Cultura de la Cancelación
La película también aborda el concepto de la cultura de la cancelación. La carrera de Lydia es efectivamente «cancelada» debido a las acusaciones en su contra. Esto provoca discusiones sobre la equidad y el impacto de tales mecanismos sociales. Sin embargo, el retrato matizado de Lydia sugiere que la película está más interesada en las complejidades del poder y la redención que en hacer un comentario directo sobre la cultura de la cancelación.
Arte e Identidad
En su núcleo, Tár es una meditación sobre la relación entre el arte y la identidad. La identidad de Lydia está profundamente entrelazada con su música. Su caída en desgracia la obliga a confrontar quién es sin su carrera prestigiosa. La escena final, ya sea vista como castigo o redención, subraya la idea de que la verdadera pasión de Lydia reside en la música misma, más que en los elogios y el poder que venían con ella.
Conclusión
El final de Tár es deliberadamente ambiguo, dejando mucho abierto a la interpretación. Ya sea visto como una alucinación, un giro de horror gótico, o un comentario sobre la cultura de la cancelación, la conclusión de la película es un final adecuado para el intrincado viaje de Lydia Tár. La dirección de Todd Field y la poderosa actuación de Cate Blanchett aseguran que Tár siga siendo una película estimulante y profundamente envolvente, incitando a los espectadores a reflexionar sobre los temas de poder, abuso y redención mucho después de que los créditos hayan terminado.
Referencias
